Pecar contra tu boca, hasta matarme la locura...

jueves, 1 de abril de 2010

****Heridas****


Clavó sus ojos en los del reflejo del espejo. Las ojeras estaban parcialmente ocultas por la sombra negra hasta el punto que se confundían y se mezclaban. Vio como una ligera lágrima corría hacia abajo, atravesandos sus mejillas blancas, solo manchadas por algunas pecas alrededor de la nariz. Cerró sus párpados, haciendo que la máscara de pestallas se fusionó con con el agua salada de sus ojos, tiñendolas de color negro.
En su mano derecha la hoja de una cuchilla temblaba ligeramente, pero no lo suficiente como para echarse atrás, ya que no era ni la primera ni sería la última vez. Se marcó el brazo un poco más arriba del codo, en la parte interior, ese lugar en que no se apreciaban casi apenas las marcas ya que ella se ocupaba de tenerlas bien cubiertas, y abriendo la piel lo suficiente como para sangrar de forma abundante, pero no tanto como para alarmarse, sintió que el dolor adormecía su rabia, su inestabilidad, sus ganas de romper algo. Acto seguido, se dejó caer en el suelo, ya sin fuerzas para llorar, lo que podía considerarse todo un logro. Un jodido logro.

El dolor físico había tapado su dolor psíquico.

Y es que había ciertas cosas que prefería sufrir....

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