Pecar contra tu boca, hasta matarme la locura...

domingo, 28 de marzo de 2010

****Seguridad****


Llegué de trabajar, eran las 5.30 y acababa de cerrar el bar. Abrí la puerta de casa con cuidado. No quería despertarlo por nada del mundo, porque seguro que estaría soñando conmigo, y con eso me bastaba. Oía su respiración desde el salón, donde me quité los zapatos de tacón y las medias transparentes. Caminé descalza por el parqué hasta llegar a la puerta entornada de la habitación. Dormía profundamente, me lo indicaba su respiración pausada. Deje caer el vestido al suelo y me recogí la abundante melena en un moño alto. Levanté el edredón que le cubría y me metí con cuidado en la cama. Se dio la vuelta y me abrazó, tan fuerte que creí que me partiría las costillas, pero no me importó en absoluto.

- Traes las piernas frías. - Me susurró.

- Lo se - dije yo mientras me amoldaba a su silueta. - Caliéntame.

Me giró hacia él y me besó a la vez que me recorría el cuerpo con las manos, decidido a que cogiera temperatura. Yo simplemente me abandoné a la sensación de tenerle entre mis brazos otra vez, dibujándome...

Si, esa noche subiríamos de los 40 grados debajo de las sábanas.

domingo, 21 de marzo de 2010

****Descanso****



Hay que joderse, la primera vez que descanso después de un mes ya, (pensé que era menos, pero no) va a ser por culpa de otra maldita (no se hasta que punto) operación. Asi que me pasaré el próximo fin de semana taaaaaaaan aburrida que seguro diré que preferiría no descansar ni por un momento.

En otro orden de cosas...¡¡¡¡ya está la primavera aquí!!!! Aunque es mi estación menos preferida, se agradece un poquito de solecito rico caléntando la nuca...

Florece el campo, los jodíos pájaros cantan y un largo etcétera sin fin...

Ya veís puro optimismo...

domingo, 14 de marzo de 2010

****Pereza: Champagne****

Terminé de llorar y se puso a llover
Me siento tan estúpido contándolo
Los que hundimos barcos, luego volamos alto
Descorchaste un champagne en mitad del polvo
Como en las películas porno

No sé como lo hacías;
Estuviste tan fina follando en la cocina
Dos cuerpos de alfiler se pinchan sin frenos,
Miden si más o menos

Pero no, pero no tengo la culpa
De que esto se esfume cada mes
Como si fueran burbujas de champagne francés

Terminé de trotar y me puse a correr
Buscaba estaño para soldarnos,
Los que quisimos trato ahora pisamos charcos
Escuchábamos Anthony and the Jhonsons para ponernos tontos

No sé cómo lo hacías, pero yo enloquecía follando en la cocina
Dos cuerpos de alfiler se pinchan sin frenos
No miden si más o menos

Pero no, pero no tengo la culpa
De que esto se esfume cada mes
Como si fueran burbujas de champagne francés
Yo no tengo la culpa de ser más yonqui cada vez
De tus taras y tus multas, de tus pies

Pero no, pero no tengo la culpa
De que esto se esfume cada mes
Como si fueran burbujas de champagne francés
Y yo no tengo la culpa de ser más yonqui cada vez
De tus taras y tus multas, de tus pies


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Para que decir, nada habiendo canciones...

http://www.youtube.com/watch?v=RMFRVg2cPw8&feature=related

jueves, 4 de marzo de 2010

****Otra vez****


Y cuando creo que está todo perdido...

Tú me vuelves a hacer el amor otra vez...

Otra vez...

martes, 2 de marzo de 2010

*****Trampas*****


Me vuelvo a decir a mi misma que esto no es bueno. Que jamás debería haberme sujetado emocionalmente a otro ser humano. Más concretamente si llevaba pantalones. "Con lo que tú eras" me dice la gilipollas de "mi amiga". Yo sonrío forzadamente. "Es que quien lo iba a decir, si siempre juraste que nunca te enamorarías, ni que tendrías novio, ni que..." "Perdona bonita, me llaman" le corto en seco. Aún así tiene algo de razón que no le quito. Maldito el segundo en que me desarmó ese bastardo. Cómo lo odio y lo quiero a partes iguales. Y el caso es que nunca me dio por pensar que los grilletes me gustarían, no tanto por lo menos. Perderme en su mirada, en su sonrisa, en esa jodida manía de estrujarme hasta partirme las costillas. La forma que tiene de tocarme, de pasear las yemas de sus dedos por la curva de mi cadera, porque casi no me creía que sus manos encajaran tan jodidamente bien en mi cintura. Porque no acabaré de creerme que entre 6000 millones de personas repartidas por todo el globo terráqueo él y yo hayamos coincidido en la misma puta ciudad, y que nos queramos, o que por lo menos yo le quiera y él al menos finja corresponderme. Porque me sigue pareciendo increíble que apesar de todo lo que me prometí un día no muy lejano, que sea capaz de sentir lo que siento por alguien que a todas luces no debería merecer la pena. A estas alturas de la cuestión, ya da igual.


Estoy metida hasta el cuello.


Lo peor, es que presiento que me arrancarán la piel a tiras...